Mundo Fusion

lunes, enero 22, 2018

Loving Vincent...


"Los grandes artistas no tienen el Alma en paz..."

Querido hermano mío,
 Gracias por tu amable carta y por el billete de 50-fr. que contenía.
Hay muchas cosas de las que me gustaría escribirte, pero siento que es inútil. Espero que hayas encontrado a esos nobles caballeros dispuestos favorablemente hacia ti.
Tus tranquilizadoras palabras hacia mí sobre tu paz doméstica apenas eran necesarias, creo, habiendo contemplado el bienestar y el infortunio por mí mismo. Y estoy bastante de acuerdo contigo en que criar a un niño en un cuarto piso es un trabajo del diablo para ti así como para Jo.
Puesto que lo que más importa va bien, ¿por qué debería decir más sobre cosas de menor importancia? Palabra mía, antes de que tengamos oportunidad de hablar sobre negocios más tranquilamente probablemente nos quede mucho.
Los otros pintores, sea lo que sea lo que piensen, se mantienen instintivamente a distancia de discusiones sobre el comercio.
Bueno, la verdad es que, tan sólo podemos hacer que sean nuestras pinturas las que hablen. Pero aún así, querido hermano mío, sucede esto que siempre te he dicho, y lo repito una vez más con todo el énfasis con el que pueda expresarlo el esfuerzo de una mente diligentemente determinada en tratar de hacerlo lo mejor que sea posible — te digo de nuevo que siempre te consideraré algo más que un simple marchante en Corots y que a través de mi mediación tú formas parte de la mismísima producción de algunos lienzos, que conservarán su calma incluso en la catástrofe.
Pues esto es a lo que hemos llegado, y esto es todo o al menos lo principal que tengo que decirte en este momento de crisis comparativa.
En este momento que las cosas están tan forzejeantes entre los marchantes y los cuadros de pintores muertos y artistas vivos.
Bueno, en cuanto a mi propio trabajo, estoy arriesgando mi vida por él y mi cordura ha medio zozobrado debido a ello - y está bien como está - pero por lo que a mí respecta, tú no te encuentras entre los marchantes de hombres y todavía puedes escoger de qué lado estás, pienso, actuando con humanidad, pero tú, ¿qué quieres...?
(Carta que Vincent llevaba encima el 29 de Julio de 1890.)

 

“Inmensas extensiones de campos de trigo bajo cielos turbulentos, en el que he tratado de expresar la tristeza, la extrema soledad...”