El Mar en una bañera...

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El Lenguaje de las Olas

(Magela Ronda y Esther Gili)

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"El Mar en una bañera

El agua guarda mi memoria.

Había exigido que fuera tan inmensa como el Mar de su infancia.

Era indispensable que hubiera espacio para sirenas, barcos hundidos y bancos de sardinas.

Cian siempre sonreía al pronunciar la palabra sardinas.

Sardinas.

Le hacía cosquillas en el paladar como un estornudo de pimienta y sonreía.

Había exigido una ventana orientada hacia donde debería estar el Mar.

Poco importaba el salón, la cocina o si el suelo era de mosaico.

La bañera debía ser tan inmensa como el Mar de su infancia, con espacio suficiente para acogerla.

Acunarla, hasta percibir el recuerdo de aguas lejanas.

Cada mañana se sumergía en un Mar de mentira, de sal artificial, cerraba los ojos, y emergían memorias que no eran suyas.

¿Cuándo vuelves?, preguntaban las olas, te echamos de menos.

Qué ingrata la vida, que la había llevado lejos de la orilla.

El Mar era el sur. Y sin el sur no había norte, ni pasos, ni dirección.

Cada mañana se sumergía en su Mar de mentira, de sal artificial y su baño duraba exactamente siete minutos.

Ese era el tiempo que tardaba su piel sedienta en absorber toda el agua de la bañera.

Aprendió quien era buscando en las profundidades de un Mar escondido en una bañera.

Y entendió que para las sonrisas son necesarias las olas.

Se fue a vivir al lado del Mar..."