Mundo Fusion

viernes, noviembre 08, 2013

NAMASTE...

Hace ya mucho tiempo un amigo me envió este mail con una reflexión anónima sobre la palabra NAMASTE, y desde entonces os lo he reenviado a muchos de vosotros... Siempre he sentido que Todos somos Uno, que todo el Universo está conectado, en el origen cuando ocurrió el Big Bang todo estaba concentrado en un único punto de Energía y esa es la misma Energía que hoy forma todo... Cuando sientes tu verdadero Ser y conectas con lo que realmente eres, esa Energía, esa Luz, esa Consciencia que todos compartimos, todo cambia y ves el mundo como nunca antes lo habías visto... ¿Si aún no lo has sentido dentro de ti, qué pierdes por intentarlo...?

"La Energía no se crea, siempre existe, y no se destruye, solamente se transforma por medio del pensamiento o voluntad de quien la maneja..." (Albert Einstein)

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 "La palabra NAMASTE, no es otra cosa que un saludo. Una manera de expresar la alegría que produce el encuentro con alguien. Los hindúes lo emplean para saludar al Ser que habita en nuestro interior, a la energía que nos mueve, a la divinidad que alojamos en nuestro cuerpo, ese Ser que habita en cada individuo, que emplea el cuerpo y la mente para desenvolverse en este mundo. Decimos Namaste intentando expresar la alegría que nos produce encontrarnos con otras personas y con esa energía que habita en ellos, que es la misma que habita en nosotros y que circula por estas páginas y por todo el Universo. Todos y cada uno de nosotros compartimos esa energía, da igual como la llamemos: prana, chi, unidad… lo que importa es que cada vez más gente la percibe y la utiliza conscientemente. Esa energía no es lo único que compartimos, hay algo más: una aventura muy peculiar. Estamos todos subidos en un globo gigante vivo que da vueltas por las Galaxias sin saber muy bien ni cómo ni por qué… y, pese a las diferentes interpretaciones que se pueden hacer de este hecho, seguro que podemos acordar que es una situación desconcertante. Si nos percatamos de esta perspectiva cósmica todo se desdramatiza… cuando se nos plantea un problema muy grande, al tomar conciencia de que ese problema le ocurre a un ser diminuto en un universo infinito el problema deja de ser tan grande. Lo más curioso de todo -y es por este tipo de descubrimientos por los que merece la pena celebrar la vida- es que ese infinito no se encuentra sólo a nuestro alrededor sino que también se encuentra en nuestro interior. Por así decirlo, lo llevamos puesto. Esto tiene una importante ventaja: para explorarlo no hace falta una nave espacial, simplemente despertar. Con ese viaje comienza otra aventura maravillosa, la aventura del espíritu. Se trata de una experiencia en primera persona que consiste en viajar de la impureza a la pureza, de la debilidad a la fortaleza, del odio al amor, de la ignorancia a la sabiduría, del dolor a la dicha, de la imperfección a la perfección, de la esclavitud a la libertad y de la diversidad a la Unidad. En definitiva crecer, evolucionar. Caminos hay muchos, algunos exploradores de ese universo se han adentrado y han trazado mapas que llegan a nosotros a modo de libros, enseñanzas… pero el mapa no es el territorio y nosotros no somos (sólo) nuestro intelecto, por ese motivo cada vez son más las personas que han decidido actuar, y la mejor manera de hacerlo es cambiando las prioridades. Ya no es importante lo que uno tiene, ni siquiera lo que uno hace sino cómo vive cada momento. Es un hecho que cada vez son más las personas que se sientan un rato al día para estar al menos por unos minutos consigo mismo, desconectan de los estímulos exteriores (cada vez más estridentes) y buscan en el silencio y en la paz lo que no se puede conseguir en el exterior, el reencuentro consciente con la esencia que habita en ellos. Esa es la esencia a la que se saluda cuando se dice NAMASTE." ***************************************************************

"NAMASTE significa yo saludo a la luz de Dios que está en ti. De hecho, significa que la luz de Dios en mí saluda a la luz de Dios en ti. Pero tú sabes que no hay ninguna diferencia entre la luz de Dios que está en mí y la luz de Dios que está en ti. Y ya que los saludos solo se realizan entre dos entidades separadas, para nosotros sería mejor no hablar en absoluto de saludos, sino decir que la luz de Dios en nosotros celebra su presencia eternamente en nuestros corazones..." (Fady Bahig)