Mundo Fusion

martes, junio 06, 2006

Mi homenaje al Apolo XXI...

Hoy quiero hablaros del Apolo XXI, le tengo mucho cariño ya que en él aprendía a conducir hace ya un par de años. Tiene una historia muy larga y es que ha recorrido más de 400.000 Km, como si hubiera llegado a la luna. Hace 2 años decidí sacarme el carnet de conducir, en Madrid el ir al trabajo me llevaba más de 1 h de ida y otra de vuelta. Para no ir a la autoescuela sin nunca haberme subido a un coche, T. padre se ofreció a ser mi profesor particular y a prestarme el Apolo XXI para mis prácticas.

El primer día lo cogí por un prado enorme, en el que no podía chocarme con nada en varios Km a la redonda, aún así Yaya no se atrevió a subirse conmigo en el coche, y eso que ya la advertí que corría más peligro fuera que dentro. Después de la primera vuelta, ya se animo y así seguí dando vueltas durante un buen rato. Pero claro, enseguida me aburrí de no poder practicar el seguir un camino, y es que lo de conducir campo a través no tiene tampoco demasiado reto. Así que al día siguiente mi profesor decidió que estaba preparada para ir por un camino, eso si de tierra y piedrecillas, por allí me metí toda decidida cuando de repente vi que detrás venía un coche, que nervios, yo sin tener ni idea y ya con tráfico, y eso que por allí normalmente no pasa nadie. Así que me aparté a un lado para que pudiera pasar y seguí con mi práctica.

En seguida lo de seguir el camino ya me aburría, necesitaba algún reto más, así que mi profesor me iba diciendo donde tenía que parar porque justo al lado de un arbol en el camino había un semáforo, a subir una cuesta, a dar marcha atrás, a intentar aparcar el coche entre dos rayas que habíamos pintado con un palo en el suelo, así poco a poco me fui soltando. Y todo esto con el Apolo XXI que no se caló ni una sóla vez, y es que es todo un campeón...

Luego llegó el momento decisivo de apuntarme a la autoescuela y empezar a conducir por Madrid, di unas cuantas clases y cuando ya me dieron el carnet, ese mismo fin de semana me fui al pueblo a buscar a mi nave nodriza, me lo traje para Madrid y empecé a llevármelo al trabajo, con mi "L" puesta al principio, y luego como si se me hubiera caido, y es que tal y como se conduce en Madrid, como bien me decía un amigo tenía todas las papeletas para que me hicieran todas las "pirulas" posibles: mujer, con un "carro" bien grande y con la "L" de novata. Con lo de ser mujer no podía hacer nada, y a mi Apolo XXI no iba a renunciar, así que al menos lo de la "L" podía tener fácil solución.

Estuve yendo varios meses a trabajar con él, pero desde que empezaron las obras de la M30 los atascos que se formaban eran increibles, con lo que volví a tardar más de 1 h de nuevo en llegar al trabajo. Al final decidí que no merecía la pena llevarme el coche, así que lo dejé aparcado en la calle. Cada día tenía un nuevo rallón, luego abollones, un coche le arrancó el espejo retrovisor y algún idiota le dio un puñetazo y rompió el cristal del otro, además se le descargó la batería y cada día estaba más sucio y triste...

En fin, que como el Apolo XXI no se merecía eso después de todo lo que había hecho por mí, decidí que era hora de que volviera de nuevo a su lugar de origen. Le cambió la cara en cuanto llegó, hasta pasó la ITV a la primera. Este fin de semana lo he vuelto a coger por aquellos caminos por los que lo llevaba cuando aún no sabía conducir, me ha encantado recordar los viejos tiempos en él...

8 Comments:

At 07 junio, 2006 00:24, Anonymous Anónimo said...

Me encanta cómo describes tu experiencia.
Si supieras el pánico que le tengo a la conducción desde que he regresado de EE.UU... No soporto poner las manos al volante y te aseguro que era una perfecta "fitipaldi".

Gracias por pasarte por mi casa virtual. En breve resucitaré... te lo prometo!

Besos,

 
At 07 junio, 2006 00:26, Anonymous Anónimo said...

Me olvide de firmar. Más besos,

 
At 07 junio, 2006 09:04, Anonymous Anónimo said...

Me acabas de recordar mis comienzos con el coche!, je. A mi me pasa como a clarissa, me da pánico volver a conducir; cogí miedo a conducir en Madrid y nada que no se me quita!. Buen dia.

 
At 07 junio, 2006 11:09, Blogger Anabel said...

Me han dado ganas de sacarme el carné de conducir y mira que le tengo poco cariño al tráfico...

 
At 07 junio, 2006 11:47, Anonymous Anónimo said...

Que recuerdos y a cuentos lugares lejanos y no tan lejanos me ha llevado el Apolo XXI...
Espero que mi "CaNiJo" no tenga envidia de este blog :-)
Un besito!

 
At 07 junio, 2006 13:05, Blogger JLPA said...

Entrañable historia!. Aún recuerdo primer nuestro encuentro con el Apolo XXI en una tarde de ITV con sus conductores desesperados. En las puertas puertas de nuestro garaje creyeron encontrar el cielo del aparcamiento. Que tenga buenos caminos futoros el querido Apolo XXI.

 
At 07 junio, 2006 16:57, Blogger Câline said...

Muy buen post, con mucho sentimiento sobre un carrito muy especial. Me vino a la mente un cuento de Isaac Asimov que se llama: "Sally" y trata sobre una granja donde van a 'retirarse' los carros que han tenido su tiempo de servicio. Entonces, pasan sus días jugando a las carreritas y a pasear por los prados solos disfrutando de lo limpios que están y de que nadie los maltrata.
Es un cuento muy bueno, con un desenlace impresionante.
Saludos!

La verificación que me tocó es un poema en sí misma: lcqmaomg

 
At 09 junio, 2006 22:12, Anonymous Anónimo said...

A pesar de haberlo conducido pocos kilómetros, reconozco que lo echaré de menos!!! Seguro que si supiera leer, le hubiera emocionado este post.

Besos

 

Publicar un comentario

<< Home