Mundo Fusion

martes, julio 18, 2006

Recuerdos de mi infancia...



Dust in the Wind (Kansas)

Si cierro los ojos y pienso en mi infancia lo primero que se me viene a la cabeza es el olor a lilas, a jabón Heno de Pravia, los macarrones con tomate, las historias de terror... Y todo ello gracias a mi abuelita. Recuerdo cuando era pequeña, me encantaba ir a su casa en las fiestas de León, ver los fuegos artificiales, ir a la Plaza Mayor a ver a "Gelete" (todo un personaje en aquella época en León), presentando sus espectáculos para niños, siempre de la mano de mi abuela. Aquellos días mi mami nos dejaba a mi hermana y a mi con mis abuelos, y nos lo pasábamos genial.

Según entraba en su casa cerraba los ojos y aspiraba aquel maravilloso aroma a lilas que llegaba hasta el fondo de mi alma. Mi abuela siempre usaba aquel perfume en crema con olor a lilas, y el jabón Heno de Pravia, cuantas veces me lavé las manos con ella en el lavabo, justo antes de comer aquellos maravillosos macarrones con tomate y huevo cocido que siempre me preparaba cuando iba. Aún hoy siguen siendo mis preferidos, mira que he probado los macarrones con distintas salsas y condimentos, pero muchas veces cuando llego a casa me apetece prepararme unos auténticos macarrones con tomate, como me los preparaba a mi ella.

También recuerdo como si fuera ayer, las fantásticas historias de terror que me contaba. A mí siempre me encantaron las películas de miedo, los libros de terror, recuerdo que mi madre estaba un poco preocupada por ese lado oscuro que veía me llamaba tanto la atención, pero yo desde siempre supe de quién lo había heredado... Por la noche me sentaba junto a mi abuela y le pedía que me contara una y otra vez aquella historia de una mujer que mató a su marido, y luego lo cocinó, y se lo dio de comer a la policia que había llegado a su casa cuando ella les había llamado para denunciar la desaparición de su esposo, no se imaginaba la policia lo cerca que estaba del muerto... Y todo ello mi abuela me lo contaba no como si fuera un cuento, sino que como una historia real que a ella le habían contado.


Pero mi preferida era la de una anciana que habitaba en su pueblo y todo el mundo sospechaba que era una bruja. Desde que la mujer había llegado al pueblo, un lobo atacaba por las noches las ovejas, y todos sospechaban que era ella transformada en lobo la que aullaba por las noches a la luna y mataba sus corderos. Una noche todo el pueblo se reunió para salir a dar caza al lobo, consiguieron herirle en una pata, pero logró escapar. Al día siguiente cuando la anciana salió de su casa llevaba un bastón en la mano y cojeaba de su pierna derecha...

A mi madre no le hacía ninguna gracia que mi abuela me contara estas historias, y cuando llegaba y la oia la regañaba diciéndole que me contara cuentos de niños y no esas tontería. Pero yo no quería que mi abuela me contara los cuentos que ya me habían contado cien mil veces de niña, que si Caperucita, que si Blanca Nieves, que si la Princesita del Guisante... a mi lo que me gustaban eran sus historias, así que hicimos un pacto las dos, y si a mitad de la historia mi madre aparecía, inmediatamente cambiabamos de cuento y seguíamos con uno de los de toda la vida, apto para menores ;-)

Mi abuelita murió la noche de Reyes cuando yo tenía 11 años, recuerdo que fueron los días más tristes de mi vida, quizás por eso desde entonces siempre me siento especialmente nostágica durante esas fechas. A la vuelta de las vacaciones, la profesora de Lengua nos pidió que ese día todos hiciéramos una redacción sobre lo que habíamos hecho durante las Navidades. Yo cogí el boli y empecé a escribir en una hoja en blanco "Estas han sido las Navidades más tristes de toda mi vida...", entonces una lagrima cayó sobre el papel, y después otra y otra, emborronándo lo poco que había escrito. No podía dejar de llorar, en silencio, contemplando cómo caia cada lágrima, y es que la pena que sentía era tan profunda que no me salían las palabras. Mi profesora se acercó disimuladamente hasta mi sitio, leyo por encima de mi cabeza lo poco que había escrito, me apretó la mano y me dijo que mi redacción era preciosa y que no era necesario que escribiera nada más...

Desde entonces he seguido pensando en mi abuela día tras día, en los momentos mas importantes de mi vida, en mis momentos tristes o alegres, le hablo con mi pensamiento, como si ella pudiera escucharme, y hay algo que me dice en lo más profundo de mi que lo hace... Ya sabeis que una de mis frases preferidas es "Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés", pues bien, mi abuelita seguirá existiendo siempre mientras yo lo haga , ya que día tras día seguiré pensando en ella...

Y como sé seguro que a ella la hubiera encantado poder leer esto algún día, este post se lo dedico a mi adorada abuela con todo mi cariño, ésta es la única foto que tengo con ella, para mi es un precioso tesoro, y hoy quería compartirlo con vosotros, y en especial con una de mis lindas niñas del blog...

19 Comments:

At 18 julio, 2006 22:21, Anonymous Anónimo said...

Este es el post más bonito que nos has regalado, Blanca. Me ha emocionado de verdad...

Un beso muy grande

 
At 18 julio, 2006 22:39, Blogger mònica said...

precioso el post, preciosa la canción, precioso sobretodo ese recuerdo. En definitiva, debemos dar las gracias por cada segundo que nos toca vivir y por todos aquellos que nos quieren.
besos!

 
At 18 julio, 2006 23:09, Anonymous Anónimo said...

Blanca...........y recuérdame que cuando vaya a Mad te dé un "jalón" de pelos, has conseguido que me emocione....pues me has recordado algo muy cercano y de alguien tan especial como la persona que me dio la vida.....Sabes?, yo hablo con ella a diario, tengo una especie de santuario con velitas y.....cuando más agobiada estoy o me siento miro sus fotos y ....bueno, da igual. Besos y gracias por seguir siendo así. TE VOY A PROHIBIRRRRRRRRRRRR

 
At 18 julio, 2006 23:36, Blogger Câline said...

Ay Blanca... tengo los ojos aguaditos.
Tus palabras llegaron directo a mi corazón.

 
At 18 julio, 2006 23:37, Blogger Lunaria said...

Has puesto una canción que me encanta para un post precioso.
Por desgracia no tengo vivo a ninguno de mis abuelos, ni a mis tío-abuelos. Murieron cuando yo era peque, pero afortunadamente me quedan en la memoria algunos recuerdos de días y momentos concretos que me niego a olvidar. Qué vacío nos dejan, imposible de llenar con ningún otro cariño. Un beso lleno de amor para ellos donde quieran que estén.

 
At 19 julio, 2006 08:26, Anonymous Anónimo said...

Que bello mi niña, mi mamama se murió en el 2004 y sabes, la extraño un "chorro". Sonrío pensando en sus piececitos super pequeños (calzaba 32), su coquetería, sus perlas enrolladas alrededor del cuello, su cartera con un limón, un frasquito de alcohol y una estampita de José Gregorio Hernandez..además de su abrigo que NUNCA le faltaba así estuvieramos a 40ºC a la sombra...gracias mi niña por tu hermosa remembranza

 
At 19 julio, 2006 08:27, Anonymous Anónimo said...

PD: No dejes de votar por mis candidatos a papito bloguero....y "corre la bola"..je,je,je

 
At 19 julio, 2006 09:49, Blogger JLPA said...

Gracias por el emocionado texto. Seguro que tu abuela ha leído ya el post. Las ondas bloggianas llegan a todas partes y máxime los buenos sentimientos que ellas desprenden.

 
At 19 julio, 2006 11:38, Blogger Carolina Piñero Gabardino said...

Qué entrañable y sincero, Blanca! Gracias por compartir tus recuerdos de la infancia con nosotros.
Un beso!

 
At 19 julio, 2006 14:14, Blogger Joel Langarika said...

Y si Gracias por compartir tus recuerdos de infancia! que me han traìdo recuerdos de la mìa. Y ese olor "heno de pravia!" me recuerda a mi abuela, a mi madre y a mi hermana! besos desde mis mares.

 
At 19 julio, 2006 18:15, Blogger Fernando said...

Me ha conmovido el post, y ha habido un momento que casi se me saltan las lagrimas y te "acompaño" en la escuela.
Gracias por compartir con nosotros esos recuerdos, que por otra parte me hacen recordar los mios, que a veces tan abandonados tengo.
Estoy seguro que tu abuela está muy cerca de ti.
Un beso

 
At 19 julio, 2006 18:16, Blogger Fernando said...

Me ha conmovido el post, y ha habido un momento que casi se me saltan las lagrimas y te "acompaño" en la escuela.
Gracias por compartir con nosotros esos recuerdos, que por otra parte me hacen recordar los mios, que a veces tan abandonados tengo.
Estoy seguro que tu abuela está muy cerca de ti.
Un beso

 
At 19 julio, 2006 18:39, Blogger Leticia said...

¡Qué bonito este mensaje!, va un trozo de tu alma en él.
Mientras lo leía me han venido mil recuerdos y sensaciones de mi infancia, y un torrente de lágrimas. Qué bien lo pasé de niña con mis hermanos y primos en casa de mis abuelos. Desde aquí, donde quiera que estén, les agradezco todo el amor que nos dieron cuando éramos pequeños.
Muchas gracias, Blanca

 
At 19 julio, 2006 19:27, Blogger CÉSAR CASTILLO GARCÍA said...

No pudiste escoiger canción exacta. Dust in the wind abarca muy bien todo ese paisaje que nos comparte, si bien arcaico, lleno de belleza y profundidad de campo. Me ha gusta muchísimo tu texto, es excelente. Un abrazo, y estaremos en contacto permanente a través de esta otra tierra.

 
At 19 julio, 2006 20:45, Anonymous Anónimo said...

gran post
grandes recuerdos me ha traído en pequeñas dosis según iba leyendo
un abrazo

 
At 19 julio, 2006 21:28, Anonymous Anónimo said...

Blanca, cada día te quiero más. Me he quedado sin palabras.

 
At 19 julio, 2006 22:30, Blogger Yoyi Suazo said...

tengo un nudo en la garganta, recorde olores y personas de mi niñez y quisiera poder regresar.
Ahora ire al baño por si este nudo quiere salir por mis ojos.
Gracias, fuè muy bello

 
At 20 julio, 2006 15:01, Blogger Anabel said...

Preciosa historia,como todo lo que cuentas:-)

 
At 20 julio, 2006 20:04, Blogger Lolita Blahnik said...

Se me han saltado las lagrimas... que tonta... yo tambien tengo recuerdos preciosos de mi abuela Mela que murio hace ya muchos años. Ha sido una de las personas que mas me a querido en la vida, ella me cuidaba mientras mis padres trabajaban hasta que empece a ir al cole y yo me sentia tan feliz y segura a su lado... a veces la echo de menos... Gracias por compartir tus recuerdos con nosotras, son preciosos.

 

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